Lobo
asesinado por una niña
La pasada tarde, una niña asesinó a un lobo, de
nombre L.F., en los bosques de Hornachos. La niña, de nombre C.R. mató a uno de
los lobos de ese bosque. Le colocó una trampa en la que el lobo cayó. Quienes
conocen a la chica afirman que siempre está matando animales, por lo que todas
las especies de esos bosques están en peligro de extinción. La policía la ha
multado en muchas ocasiones, pero no pueden meterla en la cárcel porque es menor
de edad (tiene 9 años, aunque aparenta más).
Ha reconocido a la policía que cuando va a cometer
estas acciones criminales, pone a su madre la excusa de que va a visitar a su
abuela, que reside al otro lado del bosque.
Los cazadores han puesto cámaras de seguridad en
los árboles, para evitar que siga actuando así. En breve ingresará en un centro
de menores.
Isabel Hernán, periódico El P’ahí.
Chica
secuestrada
El pasado jueves un grupo de enanos secuestró a una
joven cuyo nombre es B.N. La tuvieron escondida en una pequeña casa cerca del
Bosque de los Búhos. La chica fue rescatada 48 horas más tarde por tres
cerditos que se dirigían a la casa de su amigo el lobo. Al escuchar los gritos
de socorro de la joven, los tres cerditos entraron por la chimenea de la casa y
consiguieron liberarla por una de las ventanas. En cuanto lograron llegar al
pueblo más cercano, dieron parte a las autoridades de todo lo que había sucedido.
Todos los enanitos fueron detenidos y han pasado a disposición judicial.
Nerea Ventas, periódico El P’aquí.
Cabritillos
liberados
La pasada tarde fueron rescatados 6 hermanos
cabritillos cerca de un pequeño río, por su madre. Según testigos, fueron
secuestrados por un lobo que vive cerca de las víctimas. Todo sucedió porque
estos cabritillos desobedecieron a su madre, abriendo la puerta a un
desconocido que resultó ser un psicópata. El acusado, de nombre L.F., engañó
cruelmente a los ingenuos cabritillos para que les abrieran la puerta. Los pequeños
intentaron escapar, pero los capturó a todos excepto a uno, que fue el que contó a su
madre, cuando esta llegó a casa, todo lo que había sucedido. La madre y su hijo
encontraron al presunto secuestrador empachado, ya que se había tragado a los 6
de golpe. Según sus declaraciones, aprovecharon ese momento para abrirle el
estómago y rescatar a los pequeños, sustituyéndolos por piedras que encontraron
en el lugar.
Laura Merino, periódico El Mundillo
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