miércoles, 5 de marzo de 2014

Microcuentos I (Actividad para 1º de ESO)

Ya sabéis cómo funciona la actividad. Únicamente con dos oraciones tenéis que acabar el relato. Intentad ser originales y obtendréis los ansiados positivos...


El silencio era pesado como una losa. El chico entró sigiloso en la oscura sala haciendo verdaderos esfuerzos para que su respiración no delatara el terror que sentía. En ese momento, a escasos metros de él, pudo ver el brillo de dos ojos...
 

9 comentarios:

  1. El silencio era pesado como una losa. El chico entró sigiloso en la oscura sala haciendo verdaderos esfuerzos para que su respiración no delatara el terror que sentía. En ese momento, a escasos metros de él, pudo ver el brillo de dos ojos que lo miraban sorprendidos. Pese al miedo atroz que experimenteba, se armó de valor y gritó que no tenía miedo. Su corazón dejó de palpitar a mil por hora cuando sus ojos se acostumbraron a la penumbra y apareció su cómica imagen reflejada en el antiguo espejo de sus abuelos.

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  2. El silencio era pesado como una losa. El chico entró sigiloso en la oscura sala haciendo verdaderos esfuerzos para que su respiración no delatara el terror que sentía. En ese momento, a escasos metros de él, pudo ver el brillo de dos ojos azules que le miraban fijamente,el chico se armó de valor no sin antes coger su bate de beisbol que le había regalado su abuela , cerró los ojos y sin pensar nada corrio dando golpes de un lado hacia el otro con el bate hasta que al fin se acordo de la linterna de su bolsillo y observó la una pequeña cabeza sin cuerpo de un oso de peluche con unos ojos azules. Andrea Sánchez Díaz :) Espero que te guste

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    1. Me ha gustado, Andrea... no sé por qué será, pero sabía que ibas a ser la primera en escribir algo. ¡¡¡Buen fin de semana!!!

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  3. El silencio era pesado como una losa. El chico entró sigiloso en la oscura sala haciendo verdaderos esfuerzos para que su respiración no delatara el terror que sentía. En ese momento, a escasos metros de él, pudo ver el brillo de dos ojos grandes que le resultaban conocidos. Sacó su móvil y alumbró a la misteriosa sombra de los ojos grandes, entonces, se acordó de que su primo, que era sonámbulo, se había quedado a dormir en su casa.

    Olga Sánchez.

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  4. El silencio era pesado como una losa. El chico entró sigiloso en la oscura sala haciendo verdaderos esfuerzos para que su respiración no delatara el terror que sentía. En ese momento, a escasos metros de él, pudo ver el brillo de dos ojos el niño aterrado salió corriendo hasta la cocina encendió la luz los ojos se fueron acercando cuando entro en la cocina resultaba que era su padre que estaba poniendo una lámpara y corto la luz

    Álvaro Mansilla Utrero :p

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  5. El silencio era pesado como una losa. El chico entró sigiloso en la oscura sala haciendo verdaderos esfuerzos para que su respiración no delatara el terror que sentía. En ese momento, a escasos metros de él, pudo ver el brillo de dos ojos, se apoyó sobre la pared, encendió la luz, y vió a todos sus compañeros con gorros de fiesta y un cartel que ponía: FELICIDADES, entonces recordó que la luz estaba apagada porque tenia que soplar las velas de la tarta, era su cumpleaños
    Cristina Sánchez Risco

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  6. El silencio era pesado como una losa. El chico entró sigiloso en la oscura sala haciendo verdaderos esfuerzos para que su respiración no delatara el terror que sentía. En ese momento, a escasos metros de él, pudo ver el brillo de dos ojos que se acercaban a él, cogió la chaqueta que llevaba en la cintura y empezó a golpear con ella, había ojos por todos los sitios. Sin darse cuenta que en la habitación había muchas estanterías con muchas muñecas que estaban colocadas con mucho esmero, pues era la habitación de una niña que coleccionaba muñecas.
    Espero que te guste.
    Adela García de la Trenada Herrera



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  7. Claro que me gusta, Adela. Me han gustado todos. ¡¡¡Gracias, Andrea, Olga, Álvaro, Cristina y Adela por haber sacado un hueco entre tanto examen!!!

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  8. El silencio era pesado como una losa. El chico entró sigiloso en la oscura sala haciendo verdaderos esfuerzos para que su respiración no delatara el terror que sentía. En ese momento, a escasos metros de él, pudo ver el brillo de dos ojos... El silencio era pesado como una losa. El chico entró sigiloso en la oscura sala haciendo verdaderos esfuerzos para que su respiración no delatara el terror que sentía. En ese momento, a escasos metros de él, pudo ver el brillo de dos ojos verdes que le miraban con odio, entonces tiró sigilosamente de la cuerdecilla de la lámpara y vió la cara de su enemigo Manuel reprochándole su balón de fútbol que le había quitado días anteriores en el parque donde solían jugar todas las tardes.

    Carmen Cumplido Casaú.

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